En 1961 la Compañía dirigida por Madanes se trasladó hasta Río de Janeiro para ofrecer su versión de UNA VIUDA DIFÍCIL. El espacio elegido fue Largo de Boticario, al pie del Cerro Corcovado. Con sus fachadas coloridas, el empedrado antiguo y los farolitos de noche, mantenían intacto el espíritu de Caminito.