Caminito fue como un milagro. Porque cuando Madanes armó el primer elenco no se sabía que iba a ser semejante éxito. Yo no voy a decir los nombres de las actrices y los actores a los que les propuso trabajar, toda gente de primerísima categoría, que decían:
–Ah, Goldoni. Qué maravilla. ¿Y en qué teatro?
–No, no es un teatro. Es en la calle. –respondía Cecilio.
–¿Cómo en la calle?
–Sí, en La Boca.
–Ah… ¿Me lo deja pensar?
Y después decían para ellos: “Ni loco”.
Cuando vieron que eso se llenaba, y que fue un acontecimiento, ahí sí querían participar.