Obertura

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Cecilio Madanes montó por primera vez una obra de teatro en el Pasaje Caminito el 18 de diciembre de 1957. Suponía que la experiencia duraría quince días, pero el éxito de la taquilla, el reconocimiento de la prensa y la cariñosa aprobación de los vecinos del barrio de la Boca, prolongaron a las temporadas durante dieciséis años.

Madanes ofreció sainetes, farsas, operetas, comedias musicales, y para eso se valió de autores como Goldoni, Molière, Federico García Lorca, Gregorio de Laferrére, Víctor Hugo y William Shakespeare.

Consiguió que la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires auspiciara su iniciativa. Que cada año el Fondo Nacional de las Artes le otorgara un crédito para ayudarlo a enfrentar los gastos de la Producción. Y que los setecientos amigos del Teatro Caminito donaran las setecientas sillas que conformaban la platea.

Se rodeó de estupendos colaboradores: el exquisito director de cine Luis Saslavsky y Manucho Mujica Láinez tradujeron las obras. Raúl Soldi y Carlos Alonso diseñaron las portadas de los programas de mano. Eduardo Lerchundi, Delia Cancela, Pablo Mesejean y Claudio Segovia realizaron algunos de los brillantísimos vestuarios que desfilaron por aquél escenario. Y Benito Quinquela Martín organizó los colores con los que se pintaron las fachadas de las casas lindantes a Caminito; firmando así, definitivamente, la identidad del barrio.

Didascalias del Teatro Caminito se propone retratar aquellas noches de verano en las que Jorge Luz, Beatriz Bonnet, Aída Luz, José María Langlais, Diana Maggi, Juan Carlos Altavista, Hilda Bernard, Julio López, Ulises Dumont, Elena Lucena, Tino Pascali, Valeria Munarriz, Oscar Araiz, Nené Malbrán, Edda Díaz, Antonio Gasalla, y muchos otros ofrecían buen teatro. Y un barrio oficiaba de anfitrión bajo las estrellas. Las Estrellas del Teatro Caminito.

 

Edición aniversario

En 2013 publiqué la primera edición, a partir de ese momento recibí periódicamente de artistas, herederos y vecinos: fotografías, artículos de prensa y programas de manos que no habían sido alcanzados por la imprenta. 

Construí así, una página web y sumé al índice, las giras que la Compañía de Madanes ofrecía cuando el verano llegaba a su fin y volvía imposible continuar las representaciones al aire libre.

Por su parte, Eduardo Lerchundi donó los figurines que diseñó para el vestuario de ocho temporadas. Y la Fundación Proa reeditó la tradición del teatro callejero en La Boca y lo reflejó en un catálogo y una exhibición. 

El Museo Benito Quinquela Martín incluyó esta investigación en su libro “Caminito una sombra ya nunca serás“. Y Kado Kostzer retrató su experiencia como espectador en “Antes del Di Tella“ editado por Eudeba y ProTeatro.

A cincuenta años del último telón y a diez, de la primera publicación, presentamos una edición aniversario ampliada y revisada.

Diego Kehrig